Cada año damos un pequeño paso para promover la sostenibilidad y ayudar al planeta. Un paso que, aunque pequeño, constituye un compromiso concreto y constante.
Marina Brizzolari, gerente de marketing Brizzolari
Desde 2016 Nastri Brizzolari ha optado por alinearse con una necesidad ética y medioambiental también en lo que respecta al suministro de electricidad necesaria para la vida de la empresa, decidiendo contratar a ForGreen. Elegir Nastri Brizzolari significa, por tanto, no solo tener la garantía de productos de alta calidad desde el punto de vista de fabricación y estética insuperable, sino también en términos de bajo impacto ambiental y protección de los recursos energéticos globales.
Energías renovables
Hemos invertido en energías renovables y, actualmente, gracias a la reciente instalación de paneles fotovoltaicos, hemos reducido las emisiones relacionadas con la producción de 180.000 kg de CO2 / año, minimizando así el impacto ambiental de nuestro negocio.
Para sus cajas de regalo, elija una cinta ecológica
En 2021 incorporamos al catálogo una colección exclusiva de cintas ecológicas: una línea de cintas 100% algodón, para un acabado más natural y otra en tejido reciclable, fabricada 100% en papel.
Envases sostenibles
El packaging juega un papel fundamental en la presentación de los productos destinados a la venta de la mejor forma posible. Pero al mismo tiempo representa uno de los principales enemigos en la batalla de nuestro planeta por la sustentabilidad ambiental porque se convierte en desperdicio inmediatamente después de su uso. En Brizzolari hemos encontrado una manera de cerrar el círculo y reducir el impacto ambiental negativo de los envases, creando envases que son más fáciles de desechar y reciclar, mientras intentamos integrar cada vez más papel reciclado en nuestros productos.
En 2021, con la introducción de las nuevas cintas ecológicas, eliminamos por completo los envases de plástico y los sustituimos por núcleos de cartón más sostenibles.
Hacia una economía circular
Todos los desechos de procesamiento de polipropileno, PES y PET se separan y se venden a empresas de fabricación de bobinas, que compramos para enrollar las cintas. De esta forma, parte de los residuos producidos se reintegra al ciclo productivo, lo que desencadena un círculo virtuoso bueno para el medio ambiente.